viernes, 26 de septiembre de 2008

El poeta Orlando Guillén Tapia presenta en Barcelona libro monumental Por Sonia García García

Orlando Guillén, poeta mexicano, nació en 1945. Entre otros libros es autor de Versario pirata, Rey de bastos y El costillar de Caín. De 1999 a 2004 ha completado la antología Doce poetas catalanes del siglo XX, que el jueves 9 presentó en la BiblioMusiCineteca de Barcelona en su edición virtual y en la que ha invertido alrededor de 30 años. Se trata de libros de poesía traducidos al castellano en circunstancias lo mismo favorables que desfavorables; a veces incluso a la luz de las velas y forzado a escribir a mano. Llegó a Barcelona por primera vez en 1977 y desde entonces vive entre dos patrias. En 1998 el ayuntamiento de Jalapa, Veracruz, le otorgó una beca por un año que fue definitiva para la conclusión de esta antología.

La edición virtual de Doce poetas catalanes del siglo XX se encuentra en: http://www.floresdeuxmal.com/

Escritor, periodista y dramaturgo, ¿qué más define a Orlando Guillén?

La pasión por la poesía o el intento de ser un hombre completo, y por lo tanto siempre en proceso creador, pasional y enamorado. Todo esto y lo que contiene tu pregunta, y la muerte, el amor y el sueño, y la vida carnal y espiritual se resumen en lo que realmente soy: un poeta.

¿Cuándo empezó a traducir a los poetas catalanes?

Prácticamente desde que llegué. Tuve la fortuna envenenada de enamorarme simultáneamente de una catalana y de su idioma. La pell i alguna cosa més d'aquesta dona i La pell de brau d'Espriu, te lo digo en esta lengua, fueron la horma de mi zapato espiritual catalán, porque mi pie humano y mexicano ya venía deforme y formado. Con Espriu comencé este trato con la poesía catalana que acabará sólo cuando me muera.

¿Qué significado tiene esta obra?

Muchos. El más importante: dar a conocer con libros enteros de sus clásicos del siglo pasado, en una lengua vehicular de alcance universal como la nuestra, una poesía ibérica silenciada y perseguida y en consecuencia apenas conocida, que cuenta sin embargo mérito propio como la que más en el concierto creador y espiritual europeo. Para la lengua castellana constituye un deslumbramiento en lo inmediato y un enriquecimiento espiritual en el tiempo sucesivo.

¿Quién es el poeta que más le ha influido?

De mi lengua, Quevedo muy probablemente. O a lo mejor Darío.

¿Cuál es su poeta catalán del siglo XX preferido?

Carner, que es el más grande de los músicos del idioma catalán, comparable a Darío en castellano; o quizá Vinyoli, cuya aventura de sabiduría rezuma y trasciende a Rilke y siendo profundamente original es cercana ¿paradójicamente? lo mismo a Llull que a Quevedo.

¿A cuántos poetas ha traducido? No han sido poemas, han sido libros ¿no es verdad?

Los autores de este volumen son quince. Pero he traducido y todavía están inéditos Los frutos sabrosos de Carner, los tres libros de Ferrater (o sea: su obra poética completa), El conde Arnau de Maragall y una amplia selección de los Dimonis de Verdaguer; y de los poetas vivos, a Dolors Miquel y a Enric Casasses.

Casasses señala que «Doce poetas» es monumental, panorámica y de vida, ¿por qué?

El carácter monumental se lo da el criterio de representar a los autores por libros enteros. Es panorámica porque ofrece precisamente un panorama de la poesía catalana del siglo XX por autores imprescindibles y se completa con una muestra crítica relacional bastante autosuficiente, y con una "Noticia de la poesía catalana", un ensayo general a modo de epílogo de Enric Casasses. Y es de vida porque una obra así justifica una vida, y porque a este trabajo he dedicado gran parte de mi tiempo productivo en los últimos 30 años.

¿Cuántas páginas tiene esta antología?

Es bilingüe, así que tiene como dos mil.

¿Qué editorial la publicará? El Fondo de Cultura Económica y el Institut Ramon Llull, ¿qué papel juegan en esta historia?

Los tratos son actualmente con la editorial Bruguera. El FCE iba en principio a publicar la obra, pero la boicoteó por motivos extraliterarios, de persecución por mi opinión. Un crimen mexicano. El Ramon Llull es institucionalmente el responsable de la difusión internacional y el apoyo consecuente a este tipo de obras, y eso es lo que hace, aunque no siempre sea tan contundente como debiera.

Antes escribió el libro La estampida de los hipócritas, con el que cerraba su defensa de la poesía catalana en México. Hábleme brevemente de esta etapa.

Te hablaré del libro. De su parte literaria prefiero que otros opinen. «La estampida» está presentada en formato jurídico ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos contra el Estado mexicano por violación sistemática de mis derechos de persona, de escritor y de ciudadano. Es un libro en defensa de la poesía catalana del siglo XX y por la aparición inmediata de «Doce poetas catalanes del siglo XX»; es una documental pública de un crimen de Estado y de particulares con instrumentos del Estado: la crónica fehaciente de la persecución de un escritor hasta la muerte civil en México. La persecución de un escritor ante quien sin embargo perdieron... Es un libro mexicano de la poesía catalana en nuestra lengua y va mucho más allá de Fox y su gobierno; muestra por la entraña la corrupción y la impostura históricas de la élite del poder cultural mexicano. En estas condiciones dejé las cosas en manos de la justicia internacional. Una justicia internacional que, por su parte, hasta ahora no ha hecho nada. A ver si no es como la mexicana... Eso es lo que importa. Lo demás son pendejadas.

La situación mexicana se ha deteriorado de una manera importante. ¿Cómo la ve desde aquí?

A partir del fraude electoral que impuso a Felipe Calderón, el precario poder de este presidente formal se ha sostenido en la militarización de control de las desaveniencias sociales disfrazada de guerra al narcotráfico, cuando cualquiera sabe que la narcopolítica es hoy tajada empresarial y ejecutiva floreciente. En cuanto a la privatización del petróleo, es un caso de traición a la patria de la clase política en el poder en su conjunto, que incluye a los grandes partidos, en nombre de los bestiales negocios de unos cuantos y en beneficio de las trasnacionales petroleras.

Hablando de México... Sé que es un tema doloroso, pero respecto a la autoinmolación de su hermano ¿por qué cree que lo hizo?

Mi hermano Ramiro era un defensor de los derechos humanos idealista e ingenuo, pero de una gran honradez. Se inmoló por aquello en lo que creía, en protesta por la obstaculización de la justicia por las autoridades.

¿Incurrieron en negligencia las autoridades mexicanas?

Desde aquí no tengo elementos suficientes para saber hasta dónde o simplemente para saberlo. Me ha hablado dos veces el gobernador de Veracruz, con quien he sostenido una relación "cordial" desde mi juventud, hasta donde puede serlo entre un político y un poeta. Conozco pues de primera mano la versión oficial. Me llegan las versiones de mi familia permanentemente, y todavía hay muchas dudas, y también me llegan las versiones que circulan. Este es un caso que debe esclarecerse. Por el momento, prefiero mantenerme atento pero lejano. No seré yo quien haga retórica con la muerte de mi hermano. Bastante tengo con mi propio dolor.

¿Esta acción entra dentro de esta ola de creciente violencia en el país?

No de manera directa. La violencia de hoy en México es un resultado de la miseria de las grandes mayorías o es producto del enfrentamiento entre el cártel favorecido por el gobierno federal de turno y las bandas rivales, o de ambas con el ejército y las policías militarizadas..., y por sí misma la que genera la presencia del ejército fuera de los cuarteles.

¿Volverá a México o vive en exilio forzado?

Voy y vuelvo a y de México cuando es pertinente. Nunca he tenido problemas por eso. Pero actualmente, además de mexicana, toda mi familia es española: mi esposa de nacimiento y mis hijos porque a ello tenían derecho y lo son, y yo mismo he cubierto ya todos los trámites para ello y en cualquier momento juro la constitución española.

¿De qué vive?

De mi familia, de mis amigos, y del aire que nos besa la pelona. ¡Y todavía hay quien desde la desfachatez de la barriga llena institucional se atreve a sugerirme que, para facilitar la aparición de «Doce poetas», renuncie yo a mis derechos sobre ayuda a la traducción! ¡Habrase visto!

¿Qué necesita?

Todo y nada. Trabajo, y que ese trabajo no me ocupe el tiempo de mi trabajo creador.

3 comentarios:

ferestrad dijo...

Cuando leí Versario Pirata de Orlando Guillén; supe que había encontrado un verdadero tesóro de la poesía.
Gracias por ser GRANDE !!!

Por casualidad leí en internet

http://www.floresdeuxmal.com/actualidad/hip_critas_a.htm

sobre la denuncia y demanda contra el abuso y agresión del Fondo de Cultura Económica. No sé en qué terminó el caso. Espero que hayan corrido y puestos en la lista de malandros y sus fotografías publicamente; como criminales y ratas del trabajo ajeno. En México no necesitamos a estos burócratas de mierda. Que estropean el buen trabajo, mientras están de vacaciones en el extranjero, pagados con con dinero del impuesto público.

Felicidades Orlando Guillén T.

Toni Segarra. dijo...

He sabido de ti, al leer en La Vanguardia de hoy, la información de la presentación de tu libro "El ansia de la pandonga".
Te envío este texto, por si te interesa y lo quieres leer. Si quieres comentar alguna cosa, de acuerdo.
Con afecto y con cariño
La no-violencia se ha pregonado una y otra vez en política, en religión y por diferentes líderes. La no-violencia no es un hecho, tan sólo es una idea, una teoría, un montón de palabras; el hecho real es que somos violentos, es un hecho, es ‘lo que es’. Pero no somos capaces de comprender ‘lo que es’ y por eso, inventamos esa tontería que llamamos la no-violencia, lo cual genera un conflicto entre ‘lo que es’ y ‘lo que debería ser’. Mientras persigamos la no-violencia estaremos sembrando la semilla de la violencia; es algo tan obvio. Así pues, ¿podemos mirar juntos ‘lo que es’ sin evadirnos, sin ningún ideal, sin reprimirlo o escapar de ‘lo que es’?
Existen diferentes formas de violencia. ¿Debemos investigar cada tipo de violencia o abarcar toda la estructura de la violencia? ¿Debemos mirar todo el campo de la violencia o sólo una parte de ella?... La fuente de la violencia es el ‘yo’, el ego, el mí que se expresa a sí mismo de muchas maneras: en la división, en el tratar de convertirnos o ser alguien más, lo cual en sí mismo es una división del ‘yo’ y el ‘no yo’, del consciente y el inconsciente; el ‘yo’ que se identifica con la familia o la no familia, con la comunidad o la no comunidad, etc. Es como una piedra que arrojamos en un lago, las ondas se extienden y extienden, y el centro es el ‘yo’. Mientras el ‘yo’ exista en cualquiera de sus formas, sutil o abiertamente, habrá violencia.La violencia no sólo es matar a otro.
Hay violencia cuando uno emplea una palabra agresiva, cuando hace un gesto de desprecio a una persona, cuando obedece porque tiene miedo. De modo que la violencia no es sólo la matanza organizada en nombre de Dios, en nombre de la sociedad o del país, la violencia en mucho más sutil, más profunda, y estamos investigando la profundidad de la violencia en sí misma. Cuando dice que es indio, musulmán, cristiano, europeo o cualquier otra cosa, está siendo violento. ¿Sabe por qué es violento? Porque se está separando del resto de la humanidad. Cuando se separa a sí mismo por creencia, por nacionalismo, por tradición, eso genera violencia. Así pues, un hombre que quiere comprender la violencia no pertenece a ningún país, a ninguna religión, a ningún partido político o sistema, sino que se interesa en comprender a la humanidad. JKOnline
La guerra, es la violencia es su máxima expresión. Donde la destrucción y la muerte, también es a su máximo nivel. Ahora, hoy, los hombres, llamados los más civilizados, lanzan miles y miles de toneladas de bombas sobre un país, Libia.
¿Por qué hacen esto? Lo hacen por envidia, celos, odio y miedo, por expandir sus intereses, es decir, por egoísmo. La guerra, es la acción del "yo" de una manera desenfrenada y casi demente, justamente cuando el hombre contiene su máxima energía destructiva. Sabemos justificarlo todo; y, la guerra también la justificamos. Toda justificación es infinita, pero toda negación también lo es. ¿Qué podemos hacer para que los asesinatos en masa, que es la guerra no sea? Se pueden hacer muchas cosas, pero la principal es erradicar, primero que nada, la guerra que hay dentro de nosotros. Sino, qué sentido tiene todo lo que hagamos. Sería como intentar apagar un fuego, pero a la vez darle más combustible. Por tanto, descubramos qué es lo que da vida a esa guerra, que es tan nuestra, que la llevamos todos los días para el al combate. No esperes que alguien te solucione esa guerra que hay dentro de ti, pues las bombas siguen cayendo, destruyendo las personas y toda la vida, T. Segarra.
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Si tienes problemas con ese enlace para acceder a mi blog, puedes entrar a mi portal poniendo en el buscador "Toni Segarra" o "La verdad, es libertad"
Twitter: Mussol

Toni Segarra. dijo...

Este texto pertenece al anterior escrito que no cabia.
Para que cese la violencia y la guerra. Mientras no haya un cambio en la moralidad, siempre habrá guerra. ¿Qué diferencia hay entre Obama y Bush? No hay ninguna, porque los dos tienen la misma moralidad. No tienen la sensibilidad desarrollada, para darse cuenta que los problemas no se solucionan con violencia, lanzando millones de bombas, haciendo la guerra. Su sensibilidad es, la del egoísmo, no importa a quiénes tenga que asesinar y destruir, la cuestión es que tienen que seguir con su vida inmoral, derrochadora y despilfarradora. Y, mientras no cambie de paradigma, la moral, seguirán asesinando a seres humanos inocentes y vulnerables. T. Segarra.
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